Empieza un nuevo curso y iniciamos de nuevo la tarea de escribir para que se tome conciencia de la importancia de que las empresas protejan sus activos intangibles, de igual forma que lo harían con un local, una nave o un vehículo.
Como sabéis, los activos son aquellos recursos que tienen un valor económico y generan beneficios a largo plazo. En concreto, los activos intangibles deben ser tratados como un bien patrimonial más de la empresa, con la diferencia de que no pueden tocarse ni verse. Un claro ejemplo son los activos de propiedad industrial e intelectual.
De forma general, una negocio siempre tiene al menos un activo intangible potencial: una marca. Ésta es esencial para el funcionamiento de la empresa, ya que es la que sirve para dar a conocer sus productos y/o servicios y diferenciarse de la competencia.
Durante los años que llevo escribiendo artículos siempre insisto en la importancia de registrar la marca, porque es la única manera de tener un título que acredite la propiedad y poder hacer un uso exclusivo en el mercado, siendo un activo intangible que podemos sumar a nuestra empresa. Pero ahora iré un poco más allá… ¿qué ocurre en el mundo digital?
En el proceso habitual, antes de registrar una marca es necesario realizar una verificación de naming y elementos que le acompañan porque no todo vale como marca y conviene reducir los posibles problemas futuros. Una vez realizado el registro, es importante disponer de un servicio de vigilancia para nuestra marca que analice las nuevas solicitudes y nos avise de esta amenaza e impedir que otra idéntica o similar se registre y se superponga a la nuestra. Pero ¿sabes cuántas empresas utilizan una marca idéntica o parecida a la tuya en el mundo digital?
Hoy en día todas las marcas quieren tener presencia en el mundo digital y utilizan sus signos distintivos para darse a conocer. Entonces, ¿es suficiente con el registro que hemos hecho de la marca? No, no es suficiente, pero es el primer paso, puesto que si no se ha registrado no hay protección.
Por tanto, también es importante disponer de un servicio que permita monitorizar la presencia digital de la marca para que pueda ser detectada y eliminada cualquier amenaza o infracción.
Asimismo, es necesario tener una presencia activa y de control de marca en todas las plataformas, marketplaces y redes sociales. Al menos, éstos tienen canales para denunciar casos de infracción de marca a fin de que sean retirados los contenidos.
En definitiva, la protección de la marca no acaba con el registro, es sólo el inicio de un proceso continuo que requiere una vigilancia activa y una gestión estratégica, especialmente en el mundo digital. Así las empresas pueden garantizar que la identidad, la reputación y el valor de su marca se mantengan intactas frente a amenazas cada vez más frecuentes y sofisticadas. Proteger los activos intangibles es proteger el futuro del negocio.
Penedès Econòmic – Septiembre 2025