La innovación y la creatividad son pilares fundamentales para el progreso de la sociedad, pero actualmente parece que estas virtudes están en manos equivocadas.
En un mismo día dos personas me solicitaron asesoramiento. Habían recibido unas notificaciones que les advertían de unas supuestas infracciones legales. La primera, relacionada con una infracción de marca y la segunda, una violación de copyright. Lo más alarmante es que estas notificaciones, que aparentemente procedían de despachos muy reconocidos y de alto prestigio a nivel nacional, se enviaran mediante direcciones de Gmail, una plataforma de correo electrónico gratuito y a menudo utilizada para uso personal, no por entidades legales de gran renombre.
Otra forma de fraude, muy habitual dentro del sector de la propiedad industrial, es el requerimiento para realizar el pago de tasas de concesión o de renovación a los titulares de marcas. Estas comunicaciones utilizan símbolos o distintivos similares, casi idénticos, a los oficiales para engañar a los usuarios y utilizan las bases de datos online de las oficinas nacionales para identificar posibles víctimas.
Estas notificaciones, aunque puedan parecer auténticas a simple vista, generan una sensación de miedo e inseguridad en quien las recibe. La situación hace que se investigue o se busque información para verificar la veracidad de las comunicaciones, ya que generalmente van acompañadas de un archivo que incorpora un virus o un número de cuenta internacional donde realizar una transferencia de dinero. En caso de duda, se recomienda consultar con un experto antes de tomar cualquier acción.
En 2024 la Europol presentó un informe sobre el fraude de solicitud de pago dirigido a titulares de derechos de propiedad industrial. Éste analiza la evolución de las tácticas utilizadas por los defraudadores, revelando que éstas son cada vez más comunes y sofisticadas al utilizarse nuevas tecnologías como la inteligencia artificial.
La creatividad y la innovación, que deberían ser impulsores de progreso, desgraciadamente se ven amenazadas por estas prácticas que minan la confianza en los procesos legales y en las instituciones que las defienden.
Penedès Econòmic – Mayo 2025
