En el siglo XXI para aumentar el valor y el reconocimiento de las empresas es importante que disfruten de un sistema de protección del conocimiento e innovación que ofrecen las patentes, porque la seguridad jurídica es la base del comercio en la era de la innovación.
Las patentes tienen como finalidad fomentar el desarrollo, obteniendo un monopolio exclusivo de explotación en un determinado territorio. Actualmente no existe un sistema unitario para su solicitud y representa un gran esfuerzo económico en las empresas registrar una patente en cada país. Es verdad que existe la Patente Europea, que establece un procedimiento de concesión único entre los países miembros, pero una vez registrada debe validarse en cada territorio designado, generando unos gastos importantes en agentes locales.
Desde hace décadas los Estados miembros de la UE han tenido como objetivo crear una patente única que cubra a todos los Estados miembros y evitar los trámites de validación una vez concedida.
Por último, el próximo 1 de abril de 2023 entra en vigor el nuevo sistema de «Patente Unitaria». Permitirá obtener un único título de patente en todos los estados contratantes, evitando costes de traducciones y agentes locales. De esta forma se pretende estimular la investigación y desarrollo de las empresas. Además, se contempla la creación del Tribunal Unificado de Patentes (TUP) para la resolución de controversias, que garantizará una interpretación y aplicación uniforme de la legislación.
España es de los pocos países de la UE que no tiene intención de formar parte del sistema unitario. Habrá inconvenientes de no pertenecer al sistema unitario de patentes. Por ejemplo, para registrar una patente en España mediante la Oficina Europea de Patentes será necesaria la validación posterior. Tampoco se podrá acceder al Tribunal Unificado de Patentes y cualquier litigio incrementará los costes en caso de tener que litigar en diferentes países, además de que España ha perdido la posibilidad de tener una sede del Tribunal Unificado de Patentes.
En definitiva, creo que España está dejando pasar el tren perjudicando sobre todo la innovación y desarrollo de las Pymes, que generalmente tienen menos recursos para invertir en el registro y defensa de su propiedad industrial.
Penedès Econòmic – Diciembre 2022