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¿Estamos perdiendo nuestra intimidad?

06/11/23 | propiedad intelectual

Este verano Martina decidió contratar un viaje organizado y marcharse de vacaciones con unas compañeras de trabajo. Dentro del mismo viaje había un grupo de chicas de Valencia con las que entablaron amistad e hicieron juntas las diferentes excursiones y visitas contratadas. Después de una gran semana llegaron todas con una maleta llena de recuerdos y fotografías.

Para Martina las redes sociales son su herramienta de trabajo. Hace unos años se creó un perfil recomendando libros que tuvo muy buena acogida. Hoy las editoriales le envían libros para que escriba las reseñas en sus redes, pero ella nunca sale en las publicaciones porque siempre ha querido conservar ese misterio de saber quién está detrás de ese perfil.

Pero unos días después de regresar de vacaciones se encontró etiquetada en distintas fotografías. Una de las chicas valencianas la mencionó a una red social donde se veía a ella y a las amigas del viaje en las diferentes playas y terrazas que estuvieron. Ese día Martina estalló de impotencia porque todo lo que había construido se había caído como un castillo de naipes… Su imagen se había hecho pública.

El derecho de imagen de una persona está recogido en la Constitución y desarrollado en la Ley Orgánica 1/1982 de Protección civil del Derecho al Honor, en la Intimidad Personal y Familiar y en la Propia Imagen, el cual es considerado como intromisión ilegítima: la captación, reproducción o difusión de imágenes de una persona en cualquier momento o lugar de su vida privada.
Naturalmente, existen una serie de excepciones, pero en todo caso lo que se busca es que cualquier imagen de una persona, ya sea pública o privada dentro de su ámbito familiar e íntimo, necesitará del consentimiento expreso para que pueda ser publicada .

Todos sabemos que muchas fotografías acaban colgadas en las redes sociales y/o enviadas a todos los amigo y familia, pero debemos tomar conciencia y pedir consentimiento para publicar las fotografías o, al menos, las personas fotografiadas también deberían avisar de que no quieren que se cuelguen las imágenes para evitar intromisiones no deseadas.

Penedès Econòmic – Septiembre 2022