Que levante la mano quien estas vacaciones se haya parado a mirar un puesto del mercado o del paseo de la playa llena de productos «de marca».
Que levante la mano quien se haya comprado una mochila, unas gafas, unas zapatillas o una camiseta «de marca» en estos puestos.
Desgraciadamente la venta de productos falsificados va en aumento y es una fuerte amenaza para el desarrollo e innovación de las empresas. Está claro que son productos que atraen cada vez más al público y sobre todo a los jóvenes que no tienen un presupuesto de 120 euros para gastarse en unas zapatillas pero sí 20 euros por unas “casi idénticas”.
El porcentaje de españoles entre 15 y 24 años que han comprado un producto falsificado de forma intencionada se ha triplicado según datos disponibles, pasando del 16% en 2019 al 45% en 2021. Precisamente para darle visibilidad este problema la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) junto con la Asociación para la Defensa de la Marca (Andema) pusieron en marcha el año pasado una campaña de vídeos en las redes sociales, para que la juventud tome conciencia.
Esta campaña consistía en reeles basados en la compra de productos con mayor demanda entre los jóvenes: ropa, calzado, cosméticos y aparatos electrónicos. Cuatro historias en las que se demostraba la deficiencia de los productos falsificados porque, naturalmente, no pasan ningún control de calidad ni de seguridad. Más grave es el caso de la compra de cosméticos y gafas de sol porque pueden poner en riesgo la salud de los compradores.
Aunque una familia compre sólo un producto falsificado, debe saber que provoca unas pérdidas anuales de 2.200 millones de euros en distintos sectores económicos. Principalmente porque los vendedores ambulantes ilegales no pagan ningún tipo de impuesto, carecen de permisos, no pagan alquileres y perjudican al comercio local eliminando puestos de trabajo.
Hay que cambiar este tipo de mentalidad y enseñar a los jóvenes que la compra de falsificaciones no es la solución y tampoco está justificada cuando el precio del producto original es muy elevado. Debemos hacerles ver que existen alternativas al mercado como otros productos de marca pero a precios más asequibles y accesibles para todos los bolsillos.
Penedès Econòmic – Septiembre 2023